martes, 24 de marzo de 2009

Me han dicho que la terapia Vojta es agresiva porque los niños lloran. ¿Es así? ¿Les produce un trauma psíquico a los niños?


La terapia Vojta no es dolorosa. Consiste en aplicar una presión con el dedo - no dolorosa- en unas determinadas "zonas de estimulación" del cuerpo, estando el niño tumbado en una mesa: boca arriba, de lado o boca abajo. Ese estímulo provoca un movimiento automático y global del cuerpo, al que ponemos resistencia durante 1 - 2 minutos. Ese esfuerzo muscular contra resistencia, y mantenido, es lo que provoca el llanto de los niños.

Se trata, por tanto, de un llanto de esfuerzo, no de un llanto de dolor. En el momento en que se deja de hacer resistencia, el niño deja de llorar. Porque la terapia no es dolorosa, y porque los padres y los terapeutas no la aplican "con agresividad", sino con todo cariño, esa situación de tensión muscular no provoca trauma psíquico alguno. Enseñamos a los padres a aplicar los ejercicios a sus hijos 3-4 veces al día, en sesiones de 10 - 15 minutos. Esto supone una gran exigencia tanto para el niño, como para los padres, por lo que muchos niños se resisten. Es la misma resistencia que aparece en los niños, en condiciones normales, ante cualquier otra situación de exigencia de su vida. También para los padres, la terapia Vojta supone una gran exigencia de constancia en su aplicación, ya que, en muchos casos, tienen que aplicarla durante varios meses o años. Los padres pueden valorar, junto con el médico y el terapeuta, el grado de exigencia tolerable en cada momento, tanto para ellos como para sus hijos, y adaptar la terapia a ella.

FUENTE: http://www.rehabilitacioninfantil.com/pregun01.htm

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